The Godfathers, eskerrik asko cabrones
Por: Sandra Cortés
La hora de quedar con la veterana banda de rock and roll The Godfathers ("Somos los padrinos, cabrones") es atípica, la una del mediodía de un domingo en la sala Satelite T de Bilbao. El grupo británico gira con un nuevo disco llamado "A Big Bad Beautiful Noise" y su líder a la voz, Peter Coyne,... quiere que se te entere todo el mundo.
22 Octubre de 2017 en sala Satelite T, Bilbao
- · Público: Unas 1007120 personas.
- · Precio: 12 euros en venta anticipada.
- · Promotor: Satelite T.
La hora de quedar con la veterana banda de rock and roll The Godfathers ("Somos los padrinos, cabrones") es atípica, la una del mediodía de un domingo en la sala Satelite T de Bilbao. El grupo británico gira con un nuevo disco llamado "A Big Bad Beautiful Noise" y su líder a la voz, Peter Coyne,... quiere que se te entere todo el mundo.
Llegada la hora de inicio, nos encontramos a The Godfathers en la terraza de la sala, mezclados entre los casi 100/120 asistentes, al sol y con unas cervezas a mano. Comienzan a afinar las guitarras y a colocar toallas para todos los componentes, añadiendo cerveza y agua, así que arrancan con media hora de retraso en un local que ya no parece vivir a la una del mediodía, si no a las once de la noche. Ya ubicados todos los músicos ante sus micros, entra en el escenario Peter Coyne, el único miembro de la banda original, mostrando un vaso de whisky y saludando con un... "Hola cabrones". Su entrada ya nos da una pista de cómo va a ser el ritmo del concierto.
Empiezan enérgicos con "Cause i said so" y enlazan con la presentación de la canción que da título a su nuevo álbum, A Big Bad Beautiful Noise y también van repasando viejos éxitos de una carrera iniciada en 1988 con aquel disco titulado Birth, School, Work, Death.
Foto: The Godfathers, con Peter Coyne a la voz repartiendo energia rock
Las guitarras de The Godfathers recuerdan al punk rock característico de finales de los años 80 con un sonido que hace que, al menos entre las primeras filas, hoy sea imposible reconocer bien la voz de Coyne, que sobrepasa la acústica del local.
Continúan con "If i only had time", dando paso a las tres canciones siguientes con una gráfica presentación: "We fucking love basque people". Al alejarnos hacia el final de la sala comprobamos que desde allí todo se escucha mejor pero sin distinción apenas de la voz aunque, ciertamente, lo dan todo sobre el escenario de principio a fin, y te llegan.
Las guitarras de Steve Crittal y Jason Pregg suenan como si llevasen toda la vida tocando juntos y el batería Tim James percute sin parar, bien acompañados por Darren Birch al bajo, haciendo que todos les sigamos el ritmo con nuestras cabezas sin poder evitarlo.
Tocan un repertorio de unas 20 canciones haciendo un bis de dos temas más ante un público con una media de edad de 40/50 años, ofreciendo un repertorio donde destacan "Some reation", "I want you", "She gives me love", "Unreal world", "Lets get higher" y "Defibrilator", acabando con "This dawn nation" y el tema que dio nombre a su aplaudido álbum de debut ya hace casi treinta años: "Birth, School, Work, Death".
El público se entrega acompañando en los estribillos en un concierto de los Godfathers que dura casi hora y media.... y cuando salimos de la sala Satelite T notamos que nos pitan los oídos. Nos cuesta acostumbrarnos a la luz del sol y no parece que sean las tres y media de la tarde, si no las ocho de la mañana como si estuvieramos yéndonos a casa después de una noche redonda de juerga. "ESKERRIK ASKO, CABRONES".